¡Llegó el momento de aprender sobre CIRCUITOS! Al principio fue un poco abrumador con tantos componentes nuevos… no recordaba ni cómo se llamaba cada cosa. Pero poco a poco fui entendiendo. Esa semana trabajamos en parejas y conocimos el famoso protoboard, donde se conecta todo para armar un circuito básico. Usamos un LED y un potenciómetro para encender y apagar la luz, ¡y lo más chévere fue que con la perilla podíamos regular la intensidad! Lo gracioso fue que, en un momento, no entendía por qué no funcionaba mi circuito... hasta que descubrimos que habíamos quemado un LED sin darnos cuenta 😂. Ahí entendí que, aunque trabajemos con voltajes bajitos, si conectas algo mal, puede que ya no funcione. Así que toca probar con paciencia y orden. ¡Toda una experiencia eléctrica!
¡ARDUINO, por fin! Llegó el momento de conocer esta parte y su uso en la compu, y la verdad... fue todo un reto. Con las dinámicas anteriores ya tenía idea de cómo hacer las conexiones del circuito, pero cuando apareció el servomotor y la programación, no sabía ni por dónde empezar. Por suerte, tuvimos la ayuda de nuestro querido ChatGPT, que nos generaba los códigos… pero ojo, ¡no era tan fácil como copiar y pegar! Había que explicarle bien cada conexión, y si algo no funcionaba, era un juego de detective: ¿el cable está mal? ¿el código está raro? ¿le pedí algo imposible a la IA? 😅 Con prueba y error, fuimos entendiendo que lo importante no es solo tener el código, sino saber lo que estás haciendo y por qué. ¡Fue caótico pero también muy divertido!
Por el paro de transportistas, esta semana tuvimos clases virtuales… y si ya programar Arduino era complicado en físico, ¡imagínense en virtual! Sin poder gritar “¡Profeee, venga por favorrr!” jajajaja. Aunque podíamos pedirle que nos vuelva a explicar, la verdad es que desde casa todo se sentía más confuso. Esta vez trabajamos con la plataforma Tinkercad, que nos permitió simular los circuitos. Conocimos el sensor ultrasónico, el sensor LDR y los pulsadores. La dinámica me costó bastante entenderla al principio, y sinceramente ya quería que llegara la siguiente semana para hacerlo en clase y entenderlo mejor en persona.
¡Y otra vez llegó la semana de práctica! 🙃 La verdad, no estaba nada preparada, pero como siempre, terminamos aprendiendo un montón antes de empezar. Primero programamos una tira de Neopixel, luego usamos una pantallita LCD donde logramos escribir una frasecita, y al final probamos un motor de vibración.
Pero el verdadero terror empezó cuando a cada grupo le dieron un problema distinto 😱. Por suerte, a mi amiga y a mí nos tocó justo uno con cosas que ya conocíamos: protoboard, resistencias, botones, jumpers y, claro, nuestro querido motor de vibración.
Todo parecía ir bien… hasta que no funcionaba nada 😩. Revisamos todo: cables, botones, el motor… ¡y nada! Al final descubrimos que era una interferencia en el protoboard, y para colmo, ¡los botones estaban malogrados! Después de cambiarlos de lugar, ¡por fin funcionó! 🎉
Así que sí, entre fallos, risas y mucho “¿por qué no funciona esto?”, terminamos la práctica con éxito. ¡Sobrevivimos una vez más! 💪✨
¡Se acabó electrónica y empezamos con diseño 3D!. Con esto, oficialmente entramos al tercer promedio. Me alegró un montón saber que usaríamos TinkerCad —ya lo conocíamos, pero esta vez no para circuitos, sino para modelado 3D.
El profe nos mostró todas las herramientas del programa, y la verdad, lo sentí súper intuitivo. Al inicio fueron ejercicios básicos (modo calentamiento), pero después venía la parte con nota. Aunque no eran difíciles, me demoré porque quería hacerlo todo con medidas exactas —odio hacer cosas al ojo cuando el programa me deja ser precisa.
Al final, lo terminé todo. Ahora toca acostumbrarse a esta nueva etapa del diseño. 🎉💻✏️